Etiquetas

domingo, 28 de mayo de 2023

Las cosas que aprendí en los discos (Parte 2): la escucha y los puentes

En esta serie de artículos, titulada "Las cosas que aprendí en los discos" me permito ver el mundo, sentado en camiseta desde mi propio patio mientras me tomo un vermout.
A veces intentando evitar la auto-referencialidad aunque en ocasiones haré lo contrario de manera deliberada, no como licencia sino como un intento de encontrar qué puede haber de común o de diferente entre nuestras maneras de ver y estar en el mundo.

"Nao quero lhe falar meu grande amor,   
Das coisas que aprendi nos discos.  
Quero lhe contar tudo o que eu vivi   
E tudo o que aconteceu comigo"  

(Belchior)



¿Qué era ser joven?

Ser joven debió haber sido una experiencia muy diferente para la generación de nuestros padres. Cuando hablo de "mi generación", me refiero a aquellos que nacimos entre los años '70 y mediados de los años '80 del siglo pasado. Para la generación de nuestros padres "ser joven" suponía la existencia de una brecha insalvable entre ellos y las generaciones que los precedieron. En relación a la música, el tango les podía resultar absolutamente ajeno, quizá con alguna excepción del tango más experimental de Piazzolla y Rovira. Como música de consumo, el tango no era algo que sintieran que les pertenecía, más bien al contrario.
"Ser joven" resultaba acaso una experiencia dolorasamente de choque. En carne propia percibían que sus libertades estaban directamente limitadas por el simple hecho de ser jóvenes. En países con democracias atrasadas o lisa y llanamente sin demasiada democracia, ser joven era penosamente entrar en choque con una sociedad que veía al cambio como algo hostil. Bastaba llevar el pelo largo.
La canción de Belchior, un patriarca de la MPB (Música Popular Brasileira), que sirve de título para esta serie de textos decía:


"Ellos vencieron,
Y el semáforo está cerrado, para nosotros
que somos jóvenes".


Existía pues una enorme brecha generacional en términos de estilos de vida y maneras de ver el mundo.
Belchior podía lamentarse:

"A pesar de todo lo que hemos hecho,
Todavía somos los mismos y vivimos,
como nuestros padres".

En su canción -la cual fue amplificada por los ecos masivos que tuvo la versión que de ella hiciera Elis Regina, y muchos años después también su hija, Maria Rita- se siente en el viento la llegada de algo nuevo ("una nueva estación"), seguramente una huella del Dylan "profeta de una generación", el de "The Times They are a-changing" y de "Blowin' in the Wind".
Incluso en las sociedades con democracias más avanzadas el panorama en ciertos aspectos no era diametralmente opuesto, en algunas de ellas llevar el pelo largo no te haría objeto de persecución policial.
Al respecto se puede escuchar a The Who:


"People try to put us d-down
Just because we get around
Things they do look awful c-cold
Yeah, I hope to die before I get old"

"La gente trata de ningunearnos
solo porque nos movemos
Las cosas que hacen se ven feas y frías
Espero morir antes de llegar a viejo"

Se trata de "My Generation", canción que The Who grabó primero como simple en 1964, que poco después dio título al álbum "The Who sings My Generation". En ese momento, Roger Daltrey y Townshend tenían 19 años.
Como tantas otras, la canción convoca el tema de cómo alguien joven puede hacerse de un lugar propio en una sociedad, que a los 20 te parece de gente "vieja". Y ellos (The Who) eran crudamente directos: sería mejor morir antes que llegar a parecerse a ellos. Las generaciones previas los "ninguneaban" o simplemente no los entendían.
Yo descubrí ese disco cuando también tenía 18, solo que habían pasado unos treinta desde que ese álbum se había lanzado en el Reino Unido. Y esas mismas preguntas te acompañan a esa edad ¿Qué diablos voy a hacer? ¿A qué me voy a dedicar? O incluso más existencialmente tu propia identidad aún está "en construcción" (si es que acaso esa construcción cesa alguna vez). Como parte de una beca que mi escuela secundaria tenía (la escuela técnica 28, República Francesa) estabamos comenzando a tener nuestros primeros trabajos rentados como técnicos en electrónica. Fue el último año que en la Argentina hubo servicio militar obligatorio y recuerdo bien canturrear "The Kids are Alright" mientras iba en colectivo al regimiento de Patricios. Pero volvamos a la música.
El simple "My Generation" de The Who muestra a las claras haber sido grabado con urgencia. Con algunos "descuidos" o errores, que de manera algo fortuita le vinieron bien a ese caracter crudo, duro y urgente de la canción: las cosas hay que decirlas como sea, hacerla prolija hubiera supuesto parecerse a "ellos", los que estuvieron aquí antes, los "viejos". Incluso dice la historiografía que Daltrey tartamudeó mientras la grababa, porque no había ensayado demasiado el tema. Para los productores ese tartamudeo fue un hallazgo inesperado y la versión definitiva lo incluyó sin dudarlo. Se dice además que la BBC no difundía en un principio el simple porque podía llegar a ofender a las personas tartamudas. Por supuesto más tarde revisó esa decisión y dió marcha atrás con la medida cuando el tema comenzó a ganar populararidad.
La letra de la canción es urgente en el mismo sentido, es el manifiesto crudo y duro de una generación. Lo que importaba era enunciar el manifiesto: "estos somos nosotros (mi generación)", del otro lado de la frontera están los otros. Ese gesto, seguramente entre algunos otros, tiempo después sentó las bases del punk.
"My Generation" dinamita puentes. La imagen de Townshend en escena, rompiendo guitarras y amplificadores, contribuyó a construir ese retrato: una forma de dinamitar en escena, romperlo todo. El sentimiento todos lo reconocemos bien, querer dinamitar puentes es propio de nuestra/s adolescencia/s.
En algunos países de América Latina, como el mío, ese sentimiento adolescente derivó en muchas tragedias individuales y algunas colectivas.
En cambio, Belchior no quería dinamitar los puentes que podrían cerrar la brecha generacional. Lamentaba:

"Todavía somos los mismos y vivimos, como nuestros padres. Nuestros ídolos todavía son los mismos, y las apariencias, las apariencias, no engañan, no".

El cantor cearense señalaba la tensión entre el pasado y lo "nuevo", junto a las dificultades para que al fin esa "nueva estación", el tiempo de los jóvenes, llegara.
Exacerbar las diferencias siempre lleva a dinamitar puentes.
Entre la generación de los jóvenes The Who, la cual podemos identificar aproximadamente con la de nuestros padres, y nuestra generación, los que nacimos posiblemente entre mediados de los años '70 y principios de los '80 algo ha cambiado. La brecha generacional entre nosotros y las generaciones de nuestros hijos se ha acortado. Por supuesto, no sin que persistan algunas diferencias, que siempre las habrá. Pero la brecha como tal ya no es la misma.
La música nos ha ayudado a tender puentes entre nuestra propia generación y la de nuestros hijos. Posiblemente el gaming> (el hecho de compartir jugar videojuegos) también haya contribuido en la misma dirección.

My Back Pages

Con toda canción siempre existe una pluralidad de escuchas, determinadas formas en que el intéprete final, el sujeto que escucha, construye el sentido de ese tema musical, como resultado de lo puramente musical, la letra de la canción, las críticas, y un largo etcétera. Que haya una pluralidad de "escuchas" posibles (como son variadas las lecturas de una novela literaria, por ejemplo) no significa que aquellas sean infinitas.
Respecto a esta canción de Bob Dylan que es contemporánea de "My Generation" (fue publicada en 1964) existen algunas "lecturas" biograficistas que tienden a escuchar en esa canción la voz de un Dylan que pone en términos poéticos su adiós definitivo a su pasado de "profeta" de la canción de protesta, y transitivamente como profeta de toda una generación.
Otra lectura es igualmente factible: la que implica pensar que el "yo" (poético) de "My Back Pages" no tiene por qué coincidir con el Dylan de carne y hueso que en 1964 tenía 23 años.
Considerar la posibilidad de ese desdoblamiento entre la voz cantante y el "yo" coyuntural del autor es perfectamente válido y de hecho acerca la canción popular a otras artes, por ejemplo, al teatro o el cuento. Nadie en su sano juicio confundiría la voz del personaje, con la del "yo" biográfico de un actor o una actriz en escena. La voz, en algunas de las canciones populares puede tener un funcionamiento similar.
Habrá pues voces "testimoniales" en las que el "yo" cantante tiende a coincidir en apariencia con el "yo" contemporáneo del intérprete. Por supuesto, el paso del tiempo hará más complejo ese juego de relaciones.
Con la interpretación biograficista de "My Back Pages" se puede coincidir en el hecho que en que la canción marca un antes y un después en la carrera de Dylan. Probablemente muestra a las claras cómo a partir de ese momento las "voces" y los "yos" que el Dylan intéprete irá construyendo a lo largo de su carrera se iría constituyendo en una lista larga de enumerar.
Nadie duda tampoco que la "voz" del narrador de una novela no tiene por qué coincidir necesariamente con la de su autor. Resulta pues factible suponer que la voz de "My Back Pages" es la de otro Dylan, no la de aquel joven de 23 años, sino alguien que en su madurez observa cuánta agua del río ha visto correr bajo el puente:

"Prejuicios medio arruinados saltaban a la vista
¡Expulsen todo el odio! Grité.
Mentira que la vida sea en blanco y negro,
Habló mi cabeza, soñé,
aventuras románticas de mosqueteros
de algún modo, profundamente asentadas.
Ah pero yo entonces era mucho más viejo,
soy más joven que eso ahora".

La vida no es en "blanco y negro" (como sí lo era en "My Generation"), "antes yo era más viejo, ahora soy más joven". Es la voz de un hombre en su madurez.
Ambas lecturas son posibles, tal vez no excluyentes: la biograficista y la del yo desdoblado.
La canción que Dylan grabó en 1964 y se incluyó en el álbum "Another Side of Bob Dylan", también produce un cierto efecto de urgencia. Como fue grabada en directo, contiene algunas imperfecciones. En ese aspecto se asemeja a "My Generation". Sin embargo, el resultado producido es muy diferente a los sentidos que pone en movimiento la canción de The Who. En "My Back Pages" se puede envejecer rejuvenecido. Se podría rejuvencer en la madurez a partir de las experiencias no reveladas por los relatos ajenos. Está claro que este "rejuvenecer" no tiene nada que ver con el cuerpo, sino que sería resultado de la experiencia en recorrer el camino.
De ese modo, esa lectura de "My Back Pages" tiende puentes: no hay que morir antes de llegar a viejo, se puede ser cada vez más joven ¿Cada vez más sabio?
Posteriormente, la versión original grabada por Dylan, en su aparente crudeza y urgencia fue realimentada a lo largo de los años con los covers. Cuando The Byrds grabó la canción en 1967 ya no fue la misma en lo sucesivo. De hecho, cuando el dream team compuesto por Petty, Young, Harrison, McGuinn, Clapton, entre otros la tocaron en vivo para el concierto que conmemoró los treinta años de carrera de Dylan en 1992, la versión que pusieron en escena fue la de The Byrds.
Ese efecto de desdoblamiento de la voz, no es para nada exclusivo de las canciones que revisamos. Un efecto similar por ejemplo puede escucharse en otra canción de la misma época: "In My Life" de The Beatles. Un Lennon que para la época de Rubber Soul tiene apenas algo más de veinte años. Sin embargo en el "yo" de la canción, esa voz mira retrospectivamente sus páginas pasadas ¿De juventud?. Es acaso por ello que la canción cobra un espesor muy diferente y complejo cuando la grabó Johnny Cash para la serie de "American Recordings" hacia el final de su carrera.
Ciertas canciones populares, como las citadas tienen la capacidad de envejecer mejor con nosotros. Las razones por las que no es el caso de "My Generation" saltan a la vista (o al oido). Por supuesto ese hecho no implica un juicio de valor, no es que unas canciones sean "mejores" y otras "peores". Simplemente ponen en escenas diferentes miradas del mundo, unas pueden tender puentes, otras dinamitarlos. Recuérdese si no aquella canción de Sumo "Estoy rodeado de viejos vinagres".
La música nos viene ayudando a tres o cuatro generaciones a achicar la brecha generacional, entre abuelos, hijos y nietos. Vieron, los Who podían estar equivocados, pero ¿Quién no lo estuvo alguna vez durante su adolescencia?

Matías Gutierrez Reto



Las canciones: (Los derechos corresponden a sus propietarios)
My Generation (Pete Townshend)
Como nossos pais (Belchior)
My Back Pages (Dylan). Interpretada por el dream team.
In My Life (Lennon-McCartney). Interpretada por Johnny Cash.

Continuar »