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domingo, 28 de abril de 2013

Rock & FOSS - Cómo los "Deadheads" compartían música y crearon Comunidad en los años '60

El 26 de abril se conmemoró el Día Internacional de la Propiedad Intelectual, conmemoración promovida por la OMPI, Organización Mundial de la Propiedad Intectual. Según dicha organización, dependiente de Naciones Unidas, los sistemas de patentes y copyright garantizan la innovación. Otros analistas sostienen, en cambio que tienden a "criminalizar" los hábitos que internet viabilizó.
Pero hay un caso ya de casi 50 años de edad que puede enseñarnos cómo los músicos permitieron que sus creaciones fueran libremente copiadas y compartidas siempre y cuando sus fanáticos no lucraran con ello. Y además lograron hacer buenos negocios. Es la historia de Greatful Dead y de la contracultura de San Francisco, que previeron las licencias Creative Commons o la GPL.





Creo que uno no debería temer equivocarse al afirmar (al menos así lo creo) que una de las mayores influencias sociales en el surgimiento del software libre (o de código abierto) -FOSS- proviene de la contracultura de los años '60, del "flower power" y la vida comunitaria que el hippismo ensayó por entonces.
Indudablemente varios elementos de lo que fue aquel movimiento marcaron a fuego al código abierto. De hecho, muchos de los primeros hacker, de los '60 y los '70 eran fervientes creyentes de lo "alternativo" y lo "contracultural".
Posiblemente el área de San Francisco en California, no haya sido solamente terreno fértil solo para la música y el movimiento hippie. Lo fue también, sin duda, para la tecnología informática.
Un punto en el que se entrecruzan el Rock y el FOSS es Greatful Dead, el grupo emblemático liderado por Jerry García que se formó en Palo Alto.
Fueron músicos Creative Commons "avant la lettre" ¿Por qué? Sencillo, ellos permitían a sus fans -autodenominados "deadheads"- grabar sus conciertos, en aquella época en cintas, y distribuirlas libremente.
Inclusive, los Greatfull Dead ofrecían conexiones directas a la consola de sonido, con lo cual muchas de las grabaciones de sus shows fueron obtenidas con buena calidad de audio.
Greatful Dead no tuvo demasiados temas en los top 40. Pero el secreto de su éxito no estaba en maximizar las ventas de discos. Por el contrario, su truco era crear una comunidad de seguidores, que se reconocieran a sí mismos como grupo, fueron los deadheads.
Además de sus discos, que se comercializaban por el circuito comercial tradicional los Dead ofrecían memorabilia, merchandising, objetos de arte, remeras. Sin haber llegado demasiado alto en los chart llegaron a facturar 50 millones de dólares al año. Y crearon una banda emblemática, tocaron con Dylan, volaron alto.
Musicalmente, otro de sus secretos fue llevar la zapada -jam- al extremo de que cada interpretación en vivo siempre fuera diferente.
Los deadheads no eran sólo consumidores eran parte activa del movimiento que la banda generaba.
No es casual que John Perry Barlow, fundador de la Electronic Frontier Foundation haya sido letrista de The Greatful Dead.

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